La Basílica de Santa María de Cracovia es una de las más importantes de esta ciudad y de toda Polonia. Situada en el centro de la ciudad, en la Plaza del Mercado y justo enfrente de la Lonja de los Paños, es el templo más significativo de Cracovia si exceptuamos la Catedral de Wawel.
La Basílica de Santa María de Cracovia es un templo gótico construido a partir del siglo XIII, justo en el lugar que ya se había erigido otro templo románico. El templo fue alzado utilizando el ladrillo como material casi único de construcción, debido a la escasez de piedra en este rincón de Europa.
A lo largo de los siglos, la Basílica de Santa María de Cracovia ha tenido que ser reconstruida en distintas ocasiones. Ya los mongoles la destruyeron a los pocos años de haberse alzado, por ejemplo. De esta manera, lo que ha llegado a nuestros días es, sobretodo, el fruto de las reconstrucciones llevadas a término en tiempos de Casimiro el Grande. Todo ello, por empeño de la burguesía y los comerciantes del centro de Cracovia, que aspiraban a tener un templo que pudiera competir en magnificencia con la Catedral de Wawel.
Si miráis la excelsa fachada de la Basílica de Santa María de Cracovia os daréis cuenta de que tiene dos grandes torres pero que no son exactamente simétricas. La torre norte es más alta (82 metros) que la sur (69 metros) y fue construida como torre de vigilancia. En cambio, la sur es una torre campanario con cinco campanas. También el remate de ambas torres es distinto: en la torre norte encontramos una espira de estilo gótico con una corona encima. El de la torre sur es de estilo renacentista tardío.
Fruto de aquellos tiempos podemos observar algunos de sus tesoros más importantes. Entre ellos, los maravillosos vitrales medievales. De los 4 originales, se conservan aún tres vitrales del siglo XIV que son una de las maravillas de la Basílica de Santa María de Cracovia.
No menos interesante es el altar mayor de la iglesia, donde debemos admirar el que está considerado el retablo de madera más grande de Europa. Solo por ver esta obra de arte ya merecería la pena visitar la Basílica de Santa María de Cracovia. Es una obra de Veit Stoss y fue labrada entre 1477 y 1489. En ella, se disponen más de 200 esculturas de madera policromada, donde se describen escenas de la vida de la Virgen María y otras escenas bíblicas.
También merece la pena echar un vistazo a las capillas laterales de la basílica, que fueron añadidas a partir del siglo XV, aunque la ornamentación corresponde ya a la época barroca.
Subir a la Torre de la Basílica de Santa María de Cracovia.
En la torre norte, hay una plataforma a unos 54 metros de altura. Cada hora, un trompetista toca una melodía en trompeta, el Hejnał mariacki. Se trata de una canción popular polaca que es interrumpida en un momento dado.
La historia cuenta que en el siglo XIII un trompetista de guardia avisó a la población de la cercana invasión tártara. Una flecha alcanzó su garganta y el trompetista falleció durante el aviso mientras tocaba esta melodía. Supuestamente, en el mismo punto en que hoy el trompetista deja de tocar.
Podéis observar este momento tanto desde la Plaza del Mercado como subiendo a la plataforma en cuestión. Las vistas de la plaza del mercado y del centro histórico de Cracovia merecen mucho la pena desde lo alto de la torre de la Basílica de Santa María. Solo tenéis que superar los 239 escalones (y pagar la entrada, claro está).
Basílica de Santa María de Cracovia. Datos prácticos.
Donde está: justo en la Plaza del Mercado de Cracovia. Horario de apertura: en general, de 11.30 a 18.00.Domingos y festivos, de 14.00 a 18.00. Precio de la entrada: 10 PLN (reducida, 5 PLN). Subida a la Torre: 15 PLN (reducida, 10 PLN). |
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